Saturday, September 16, 2017

CONCURSO UPB: ¿Cuál es tu cuento con el fútbol?

Este es el cuento finalista en el concurso de la UPB ¿Cuál es tu cuento con el fútbol? de Emilio Alberto Restrepo



TODO POR EL FÚTBOL                                                                                                       
¿Que cuál es mi cuento con el fútbol? Hombre, todo es todo, estoy así por el fútbol.
Escúcheme. Ahora tengo 23 años. En esa época tenía 17, estaba en las inferiores del Nacional, los fines de semana me volaba al escondido a jugar con un equipo del barrio, pagaban bien, además los muchachos del combo apostaban plata, casi siempre ganábamos buenas propinas y recogía buen billetico pa´invitar a la niña que me gustaba a tomar gaseosa. Ahí lo importante era el juego, casi siempre, pero cuando venían los duros primaban las apuestas, rumbaba la plata antes que el deporte.
Mi equipo era de los tesos, lo manejaba Zinzonte, jefe del combo de la 92; ya casi nadie quería enfrentarnos, pues era botar el tiempo, todos perdían contra nosotros. Así llegamos a la final del campeonato, había mucha tensión en el ambiente porque habían matado a dos jefazos y el resto estaba escondido. Pero podía pasar lo que fuera, el partido no se suspendía por nada del mundo.
Yo estaba súper-contento, iba de goleador, me iba a meter al bolsillo una bonificación y pa´acabar de ajustar, preciso ese fin de semana, mi hermano anunció visita con mi abuelita y mis tías, que venían del pueblo exclusivamente a verme jugar y alzar la copa y gozar porque me ganaba el botín de oro, que ya era prácticamente mío, por la ventaja de goles que llevaba. Además, logré que a la peladita le dieran permiso, con la condición de que fuera con unas primas, pues el papá era hincha del Medellín y siempre le daba rabiecita que yo jugara con los verdes, pero qué iba a hacer, yo era serio, tenía futuro y le respetaba la niña. Le tocó dejarla ir, o sea que ese día íbamos a tener la cancha llena pa´vernos jugar, muchos de ellos iban por mí, y mi familia y mi amorcito en primera fila, todos haciéndome barra.
Con lo que no contaba, era que faltando pocos minutos pa´jugar nos dimos cuenta que el partido estaba arreglado pa´perder; como teníamos tanto favoritismo, Zinzonte había apostado un billete largo en contra nuestra; iba a ganar millones esa noche y luego se esfumaría con los jefes. ¡Nos ordenaron que teníamos que perder como fuera!
Yo, con ese público, tenía que lucirme; pa´rematar, esa tarde estuve más volador que nunca, metí como tres goles, me anularon uno, sacaba pecho, no me importaba la orden que nos habían dado. Sabía que conmigo no se iban a meter, era el goleador, ellos entenderían.

Al terminar, me pareció raro, los compañeros se dispersaron, nadie me felicitó, quedé solo. Cuando iba a buscar a los otros pa´celebrar, fue que perdí el sentido por el golpe. Ahí me cambió la vida, ni me enteré. Por lo menos la mamá de Zinzonte me regaló esta silla de ruedas. Ese es mi cuento. Tullido-a-punta-de-totazos, pero guerreando como un crack. ¡Todo por el fútbol!

Los cuentos fueron traducidos al inglés, en el libro, que es bilingüe. Aquí la traducción del cuento, realizada por Danny Jean Paul Mejía:



Aquí les dejo una lectura realizada para Teledonmatías: